Otoño en la cocina

Bienvenido otoño, mi estación favorita sin duda alguna. Vuelven los tonos marrones y rojizos a los arboles, la luz tiene una calidez y un color especial, empieza a hacer frío y suele haber viento que lo revuelve todo. 

Y con el otoño comienzan a llegar  muchas comidas que me encantan, las sopas, las cremas, las calabazas, las primeras castañas, las setas de otoño... Un deleite para mi.

Este año me he propuesto empezar a rescatar de todos mis archivos las recetas de calabaza que he ido atesorando a lo largo de los años. Fuera de las típicas cremas calentitas para comer de primero, tengo guardados muchos postres que se pueden hacer con ellas aprovechando su dulzura natural. Porque es una buena manera de comer verduras, el incluirlas en los lugares más insospechados. Además de que la calabaza da unas texturas suaves y aterciopeladas, maravillosas casi para cualquier plato.

Las calabazas son muy ligeras, la más calórica solo aporta 40 calorías por 100 gr una minucia, son anti cancerígenas, protegen la vista, ayuda a prevenir la retención de líquidos, la formación de cálculos renales  y tienen una gran cantidad de vitamina C. Aparte de estar buenísimas. 

Entonces ¿Por qué no las consumimos tanto como deberíamos? Pues no tengo respuesta para ello, pero comenzaré a daros ideas para cambiar eso. 

Es algo muy extraño, porque yo no comí calabaza por primera vez hasta que fui bien grandecita, os diría que ya era mayor de edad la primera vez que probé una calabaza y es una pena. es uno de esos sabores que me he empeñado en añadir a mi dieta.

Y las setas, a veces esas grandes olvidadas que en esta época se ponen esplendorosas y deliciosas. 

Este año voy a intentar colgaros un montón de recetas para disfrutar del producto de temporada.


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