Comenzaremos por el pan, estaba bastante más dorado de lo que a mi me suele gustar el pan, pero cuando éste es calidad se nota. Muy rico, calentito y super crujiente, con una miga densa, delicioso. La cosa ya prometía.
Hoy vamos con otra entrada de restaurantes, La carta de ajuste en Oviedo, lo que os voy a colgar corresponde al menú del día del 25 de agosto, y el precio del menú era de 18 euros por persona.
El otro plato que probamos fue el Risotto de setas y ahumado de Tineo, estaba muy bien cocinado, en su punto, y el queso era de sabor suave y cremoso, sin duda otro acierto.
Los otros dos primeros fueron la ensalada de pollo piña y mango, que llegó por accidente a nuestra mesa y tenía una pinta espectacular, tenía que haber aprovechado para sacarle un foto, pero no estuve lo suficientemente rápida.
Y el otro primero que no debió de tener mucho éxito porque no vi ninguno en toda la sala, fueron los espaguetis a la boloñesa con ternera blanca al curry, que no dudo que hubiesen sido una opción más que correcta, pero teniendo tantas otras opciones parece la elección de plato para un niño pequeño.
Pasando a los segundos comienzo por mi elección de nuevo, que fue el pitu de caleya. Lo que veis en el plato es un contramuslo, que estaba muy bueno.
El otro segundo que probamos, fueron los tacos de bonito al ajillo, que estaban muy buenos según el comensal que los probó, a estas alturas yo ya estaba demasiado llena como para andar haciendo excursiones por los platos ajenos. También acompañados por patatas paja, que entiendo que en este caso sí que pegan mejor con la proteína del plato.
Los otros dos segundos que había eran escalopines al queso azul de Tineo, que mi acompañante descartó porque ya había comido queso en el Risotto.Y el tartar de bacalao al humo con guacamole, que fue mi gran duda porque soy una adicta al bacalao y me encantan las cosas ahumadas, desde el chorizo asturiano hasta el salmón, pero en este caso había comido guacamole el día anterior por lo que desistí, pero me quedé con la intriga, cuando vuelva si lo tienen sin duda que será mi elección.
En cuanto a los postres, no sé si me acordaré de todo lo que el camarero, que por cierto fue super atento, nos ofreció. Así de memoria os diré, tarta de la abuela, requesón con miel (yo lo pedí sin ella, con lo que la pinta en el plato es bastante sosa, pero estaba muy rico), tarta de queso, que es lo que podéis ver en la siguiente foto. Flan de queso, arroz con leche casero requemado, helado, yogurt, melón, y creo que había más cosas pero ya no me acuerdo.
En conjunto no es un sitio especialmente barato para comerse un plato del día, pero sin duda la calidad y variedad de sus platos merecen la pena, no me pasa muy a menudo con los menús que pueda pedir cualquiera de los primeros y cualquiera de los segundos, y aquí era el caso. Solo por curiosidad he mirado los menús del día de varios días distintos y siempre me valen todos.
Las mesas estaban bastante separadas, para todos aquellos un poco aprensivos con el tema Covid, y la carta la podías consultar en tu móvil a través de un código QR.
Si vuestro bolsillo y la capacidad de vuestro estómago os lo permiten también tienen un menú ejecutivo muy prometedor por 25 euros.
Un acierto total, un sitio muy recomendable en Oviedo.
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