Restaurante Casa Dimas Alicante

Restaurante Casa Dimas Alicante. Pan

Después de un maravilloso paseo por la ciudad de Alicante, buscamos un buen sitio para comer. Llevados por sus buenas críticas llamamos para reservar en el Restaurante Casa Dimas. Cumplió todas nuestras expectativas.

Nos dijeron que nos podían dar mesa para una hora después. Cuando llegaron nos preguntaron si queríamos comer en el interior del local o en la terraza, como hacía muy buen día y en Asturias eso no se estila, decidimos que en la terraza, además así podríamos estar con el perro.

El segundo plato estaba claro, llevaba ya unos días en Alicante y no había probado el arroz de la zona, y no quería irme sin probar un arroz.

Ahora decidir cuales serían los acompañantes y la variedad de arroz ya fue más difícil.

Cuando todo está bueno es difícil ponderar el pan, pero estaba muy rico también, no quiero que se me pase el comentarlo.

Dudábamos si pedir una ensaladilla rusa para ir abriendo boca o la sepia, este problema tuvo fácil solución cuando nos trajeron de tapa de cortesía ensaladilla rusa.

Restaurante Casa Dimas Alicante. Ensaladilla rusa

Así las cosas pedimos una de sepia a la plancha para compartir, y un arroz a banda para tres. 

Restaurante Casa Dimas Alicante.  Sepia a la plancha



La sepia estaba buenísima, en su punto con bien de ajo y perejil. Genial. 

Restaurante Casa Dimas Alicante. Arroz a banda

Restaurante Casa Dimas Alicante. Arroz a banda

Y el arroz delicioso también, una cantidad bastante enorme para tres, que hizo que pudiésemos probar los postres, una lástima. El arroz también tiene el aprobado de mi perro. No solemos darle mucha comida humana, pero era una pena y sobraba tanto que la probó.

Un sitio para volver sin duda, de hecho el amigo que nos acompañaba se quedó con el nombre y la ubicación del sitio para llevar a sus padres la próxima vez que le visitasen.

Aparte de lo encantada que quedé con la comida, mi felicitación a la cocinera. Si algo tengo que destacar es la amabilidad y la buena disposición del camarero, que después me enteré que era Dimas en persona. Un profesional como la copa de un pino que nos atendió estupendamente, nos aconsejó muy bien, y para ayudarnos a hacer la digestión nos invitó a un aguardiente que de verdad, junto con un paseo por el puerto, cumplió su función.

Aquí os pongo también una foto del ticket para que podáis comprobar que el precio es más que razonable, ojalá me fuese siempre tan contenta de todos los restaurantes que visito.